editorial periférica

27 junio 2007

MI ABUELO en EL FARO de Murcia


Antonio J. Ubero es el autor de "Divina ingenuidad", reseña de Mi abuelo aparecida el viernes 16 de junio en el suplemento literario de El Faro de Murcia:

Divina ingenuidad

He aquí uno de esos relatos que amas u odias. Sencillo y aparentemente inconexo, lo que van a encontrar en Mi abuelo no es más que alma a flor de piel. Imagínense que un día cogen lápiz y papel, dejan fluir sus sentimientos sin ningún guión preconcebido y permiten que su mano escriba libremente lo que su espíritu así liberado les dicte; luego léanlo y, entonces sí, ordenenlo. Es necesario olvidar los prejuicios y abandonarse a los brazos de la sinceridad. Quizás lo que lean al final les estremezca más de lo que creen. Aunque puede ser el ejercicio más vivificante que hagan en toda su vida. Un exorcismo brutal del espíritu, la liberación, la catarsis y, por fin, la paz.
Ese es el ejercicio que Mréjen ha llevado a cabo en este excepcional relato. Casi como aforismos, la autora parisina cuenta su vida. Así, sin más. Pero siendo como puede parecer a simple vista un ejercicio de solipsismo intolerable, una vez disfrutado de su lectura, es inevitable mirar al infinito y admitir que estamos ante una de esas raras obras maestras de la literatura. Fuera de todo canon estilístico, Mi abuelo es un compendio de divina ingenuidad, de una redacción casi infantil, alejada de retórica, directa y contundente, cruel y sarcástica. En pocas páginas, Mréjen hace acopio de todas las emociones posibles que se pueden encontrar en algo tan sencillo y familiar como la vida propia.

Antonio J. Ubero

MI ABUELO en LA OPINIÓN DE TENERIFE


El 26 de junio, Daniel Duque firmaba esta nota en la sección "Teletipo" del suplemento cultural de La Opinión de Tenerife:

"Mi abuelo, de Valérie Mréjen, es algo más que una novela autobiográfica, que una pequeña obra maestra: es el retrato de toda una generación, la de los nacidos a finales de la década de 1960 en medio de un mundo en continua transformación, hecho de escay y de formica, de televisión y festivales de canción ligera. Es más, este libro de Valérie Mréjen logra, mientras retrata a esa generación, dibujar al mismo tiempo, con pocos trazos, con las palabras justas, un verdadero retrato familiar, y no sólo de una familia real, la suya propia, sino de otras muchas familias posibles. Amores y desamores, divorcios, sospechas de incesto...
Este libro se suma a la propuesta de la editorial Periférica para esta primavera: tras presentar a los lectores españoles a varios clásicos inéditos en castellano, ahora apuestan por la obra de autores internacionales, jóvenes y renovadores de la narrativa de sus países de origen, con títulos como Navidad y Matanza, del chileno Carlos Labbé (1977), Un clavo en el corazón, del portugués Paulo José Miranda (1965) o, en unas semanas, Saide, del colombiano Octavio Escobar Giraldo (1962).
Las novelas de Valérie Mréjen han sido definidas por Juan-Luc Douin en el diario Le Monde como novelas en Súper 8, como películas del Gordo y el Flaco filmadas por los cineastas de la Novuelle Vague.
Valérie Mréjen nació en París en 1969. Es una de las escritoras mejor consideradas por la crítica de su país, y también por un cada vez más amplio número de lectores-cómplicas, pues las brevísimas novelas de Mréjen se convierten enseguida en libros de cabecera para lectores ávidos de narraciones singulares. Ha sido incluida en los principales recuentos anuales, y todos sus títulos han sido reeditados varias veces. Ha publicado hasta la fecha tres novelas, que Periférica traducirá al castellano durante los próximos años: Mi abuelo (1999), L´Agrume (2001) y Eau sauvage (2004). En 2006 publicó Pork and Milk, un ensayo/documental en forma de libro-dvd sobre el conflicto palestino que alcanzó gran resonancia en Francia."

UN CLAVO EN EL CORAZÓN en LA OPINIÓN DE TENERIFE

Una breve nota sin firmar en el suplemento 2c de La Opinión de Tenerife destacaba el 26 de mayo pasado Un clavo en el corazón, de Paulo José Miranda: "Un nuevo libro de Periférica y un nuevo acierto. Un clavo en el corazón (1ª edición en portugués de 1997) es una de las novelas más hondas y hermosas de la literatura europea reciente. Está construida como si fuera una larga carta del noble Tiago da Silva Pereira, retirado en la romántica Sintra de Byron, no muy lejos de Lisboa, a su amigo Cesário Verde, el famoso poeta que tanto influyó en Pessoa y que moriría de tuberculosis con poco más de treinta años. Un drama estético y vital narrado con maestría por Paulo José Miranda (1964), `la voz más radical surgida en nuestras letras durante la pasada década´, según Pedro Mexia".

UN CLAVO EN EL CORAZÓN en EL FARO de Murcia


El suplemento El faro de las letras, del diario El Faro de Murcia, publicaba el viernes 8 de junio "El arte que engendra amor", una reseña de Antonio J. Ubero. ¿Protagonistas? Paulo José Miranda y Un clavo en el corazón:

"Aunque a primera vista este libro pueda parecer un ejercicio de estética literaria, con la carga de autocomplacencia que eso siempre lleva emparejado, es preciso recordar que este es el mejor momento para desconfiar de las apariencias, pues lo que ha conseguido Miranda en esta enorme obra es la auténtica epifanía de emociones que constituye eso que conocemos como la naturaleza humana. El autor alcanza el centro de la materia primordial del espíritu, ese lugar ignoto para muchos que, sin embargo, se manifiesta en nuestros actos. El santuario del alma.
En una larga carta, el noble portugués Tiago da Silva Pereira hace partícipe a su amigo Cesário Verde -conocido poeta luso cuya grandeza quedó eclipsada para la posteridad por la dimensión universal de quien no dejó de ser su discípulo, Fernando Pessoa-, de sus reflexiones acerca del amor y el arte, de la vida y la angustia de vivir, de su realidad y sus anhelos, de la verdad y el cinismo, de lo dicho y por decir, de sí mismo y de su interlocutor, de su época y del porvenir. Y para ello se despoja de prejuicios y abre el alma a su interlocutor para que observe hasta qué punto se parecen. Cautivos de la belleza, sus manifestaciones se multiplican en infinitas formas, sensaciones, emociones, que Miranda desglosa con una capacidad narrativa y descriptiva apabullantes. Tanto que parece que nosotros mismos fuésemos testigos de esa descomunal galería de sentimientos, adentrándonos en lo más hondo de la psicología para comprabar qué magnífica maquinaria mueve al ser humano.
Una novela forjada en el sentimiento, construida con pasión y, con Carta de una desconocida, de Zweig, un referente del género para la literatura."

UN CLAVO EN EL CORAZÓN en EL CORREO

Gerardo Elorriega firma hoy en El Correo "Exaltación de la poesía", reseña dedicada a Paulo José Miranda y Un clavo en el corazón:
"Un clavo en el corazón es uno de los títulos que celebran el primer aniversario de la editorial Periférica, iniciativa surgida en Extremadura con el objetivo de dar a conocer la obra de autores muy diversos. Según propia declaración de intenciones, la empresa apuesta por los `clásicos modernos´, aquellos que han conformado una idea de Europa, aunque también alienta autores y obras contemporáneas que escapan a la corriente más comercial. A ese respecto, el libro del portugués Paulo José Miranda supone toda una `rara avis´en el panorama de las publicaciones más recientes. Escrito a la manera de una larga epístola que le dedica Tiago da Silva a su amigo Cesário Verde, poeta del país vecino que vivió y murió en el siglo XIX, se antoja, en realidad, una concienzuda disertación sobre la creación artística, su carácter excelso y la necesidad de sacrificio para llevarla a cabo.
Ambientada en el periodo de transición entre el romanticismo y la expansión del positivismo, con un regusto decimonónico en sus formas, este ensayo de leve apariencia narrativa intenta establecer, y defender, el ámbito de la poesía, su controvertida posición entre los territorios de la metafísica, la moral y la naturaleza. El estilo o la importancia del amor son capítulos esenciales en esta apasionada defensa del verso como arma que subyace lo cotidiano para alcanzar la realidad, un estadio último de nuestra percepción que requiere la facultad de trascender lo banal y empeñarse en dejar un poso, un motivo para la reflexión."

24 junio 2007

MI ABUELO en LA OPINIÓN DE MÁLAGA



Ayer sábado, el suplemento cultural de La Opinión de Málaga publicaba esta reseña de Mi abuelo, de Valérie Mréjen, firmada por Susana Fernández y titulada "Fugaz retrato familiar con trazos de colorido":

Una pequeña obra maestra sobre la familia, el tiempo, el sexo y la muerte, contada mediante escenas que componen, en su conjunto, una visión cercana y divertida de la vida.

La francesa Valérie Mréjen (París, 1969) dibuja en Mi abuelo, con trazos rápidos y llenos de color, un preciso perfil de una familia nada convencional. Así, a golpe de pequeños e intensos párrafos va describiendo a los miembros más impactantes del grupo familiar en un ejercicio de memoria que nada tiene que ver con las clásicas narraciones. Una técnica de escritura más parecida a las artes plásticas y audiovisuales que a cualquier estilo literario.
La obra gira de esta forma en torno a anécdotas caseras de los personajes y de las que la narradora fue testigo, que se mezclan con trágicas muertes que la autora consigue desdramatizar dedicándoles sólo apenas dos palabras y vinculándolas a escenas absurdas. Además, las relaciones de pareja y el sexo, aunque pocas veces acompañado de amor, también ocupan un gran lugar en esta novela: matrimonios en primeras, segundas y terceras nupcias, amantes, incestos y divorcios aparecen cada pocas páginas haciendo más frenético aún el ritmo de la obra. Sin embargo, la "ligereza" formal de Mi abuelo contrasta con la gran carga emocional que se esconde detrás de cada escena, pero es precisamente esa combinación una de las genialidades del libro. Una escritura ligera frente a un torrente de emociones. Además, el humor también tiene su espacio en esta obra, gracias a los apodos imposibles, el cruce de las relaciones entre unos y otros familiares y el surrealismo de algunas escenas.
En definitiva, una novela muy aconsejable para cualquier buen lector.

Susana Fernández

17 junio 2007

UN CLAVO EN EL CORAZÓN en EL PAÍS

Ayer sábado, Babelia, suplemento cultural del diario El País, publicaba una excelente reseña de Francisco Solano dedicada a Un clavo en el corazón, de Paulo José Miranda:

Un clavo en el corazón es una larga carta, fechada en Sintra el 11 de octubre de 1880, firmada por Tiago da Silva Pereira, amigo y confidente del poeta Cesário Verde, destinatario de la carta, que en esa época está despejando con su obra las brumas románticas de la lírica portuguesa. Para Pessoa, fue un precursor y un maestro. Cesário Verde moriría seis años después de escrita esta carta. Ese año ha publicado El sentimiento de un occidental (hay traducción en Hiperión) y le ha pedido a Tiago da Silva que valore críticamente el libro. Tiago da Silva demuestra ser un hombre de depurada cultura y dueño de una prosa diáfana, muy adecuada para los refinamientos del espíritu, hasta el punto de que podría ser un excelente poeta, pero su talento poético se ha transplantado al amor por una mujer, y no sobrevive en forma de poemas. Por lo demás, es más reflexivo que intervencionista y demasiado lúcido para componer poemas que no sean memorables. Sabe bien que "el dolor es solamente el desencuentro entre el alma y el mundo", y acepta ocupar un lugar discreto, de admiración por el talento ajeno. Su condición más ferviente es la de lector: "No me cansaré de repetirlo, antes un buen lector que un mal poeta o un mal traductor". De ahí la razón de que este libro -¿novela, ensayo, tratado?- sea una epístola, es decir, una voz construida gracias a la existencia del destinatario, que a la vez construye el espacio que dignifica y da sentido a la labor poética.
Tiago da Silva glosa algunos fragmentos del poema y declara su significación en una época que necesita despojarse de la "resaca del romanticismo". Exhibe agudas apreciaciones críticas y una elevada sensibilidad y discernimiento de la poesía de Cesário Verde, a quien compara con Beckford, que visitó Portugal en 1793. No obstante, lo más relevante de su carta es la reflexión acerca de la fusión entre la persona que siente, el artista que crea, y la necesidad de redimir, con el arte, la soledad y la muerte. Su carta va más allá de una mera respuesta, y se diría que la escribe como un programa de estímulos para que Cesário Verde no renuncie a la poesía, como él ha renunciado, por el amor de una mujer. La amenaza de la experiencia del amor, confrontada aquí con la experiencia poética, se manifiesta con severas apelaciones misóginas que, no obstante, no son sino una celebración del deseo.
Es sorprendente la delicadeza que demuestra el portugués Paulo José Miranda (Aldeia de Paio Pires, 1965) para revestirse de la doble personalidad de Tiago da Silva y Cesário Verde. Hay que agradecer a la editorial Periférica que proponga, en estos tiempos de "resaca mercantil", un libro tan reconfortante para el alma del lector. Al parecer, Un clavo en el corazón es el primero de una trilogía sobre el proceso de creación. ¿Para cuándo Natureza Morta y Vício, que completan el ciclo?

Francisco Solano

15 junio 2007

GINA en EL CIERVO


Nos alegra que nuestros libros sigan teniendo "vida" más allá de la mesa de novedades de las librerías. Vida entre los lectores y vida también entre los críticos. Por eso nos alegran reseñas "tardías" como ésta, que aparecía en el mes de mayo pasado en la veterana "revista mensual de pensamiento y cultura" El Ciervo. Firmaba esta aproximación a Gina, novela de Rodrigo Soto, Joan Guasp:

Es de agradecer y resulta muy estimulante que una pequeña editorial, como Periférica de Cáceres, edite una novela tan atractiva como ésta. Lo que uno no acierta a entender es la proyección que este librito encantador pueda tener, porque se lo merece de todas todas. Así que, en primer lugar y desde aquí felicitamos a los "periféricos" por su audacia y su buen ojo.
Gina, ya se supone, no es una novela cualquiera. Puede que no sea tan extraordinaria como reza en su contracubierta, pero sí es una narración infrecuente. Se la podría comparar, por su estilo, con el realismo mágico de los grandes escritores sudamericanos del siglo pasado. Siendo así, convendría más utilizar un nuevo término: el nuevo realismo centroamericano. Siendo su autor costarricense y el contenido de la novela lleno de referentes literarios, nos encontramos ante un relato de matiz mágico con elementos oníricos.
La novela está estructurada de una forma muy "comestible". Capítulos breves. Frases cortas. Diálogos esquemáticos. Descripciones relampagueantes. Gina, la protagonista de Gina, se pasea por las páginas de la novela dando saltos. De alegría. De disgusto. De estupor. De sorpresa. Habla de sí misma. De otros. Describe una situación. Un gesto. Una pregunta. Una respuesta. Dice de alguien que "siempre fue un buen borracho", que se sirvió un vaso de agua y se estuvo así, "no sé cuánto tiempo, sin pensar en nada".
Son esas breverías, esas migajas de excelente literatura, lo que dan cuerpo a la novela. No busquemos en ella un argumento, que existe por supuesto, pero muy en segundo plano. Lo que hay que buscar, y se encuentra incluso sin buscarlo, es ese estilo sutil, vaporoso, casi ingrávido, que da sentido a la lectura frenética de este libro inhabitual.
Rodrigo Soto, su autor, está considerado no en vano un renovador del género narrativo. Es seguro que es así. Habría que leer otros textos suyos para corroborarlo, pero ante nosotros tenemos a Gina, que viene a confirmarlo. La protagonista de esta novela breve no actúa de una manera que puedeparecer insólita, sino que se hace continuamente preguntas que también parecen insólitas. Pero ni lo uno ni lo otro es insólito. Todos actuamos así, todos nos hacemos las mismas preguntas, estas preguntas que no encuentran nunca una respuesta convincente.
La novela está escrita con maestría de dos formas distintas. En primera persona y en tercera persona. La primera se está viendo y analizando. La otra describe y observa, y luego nos indica lo que ha visto y observado. Ello le da una doble perspectiva a la obra, y si en una es personal, en la otra es más distante. Sorprende, en esa doble mirada, la cantidad de reflexiones que se pueden hacer en tan pocas páginas, y en donde se descubre que el cuerpo de Gina lleva en su interior las ideas del bien y del mal. Dos visiones -la propia y la neutra- tan complementarias. Es de esta manera que contemplamos el despertar de su pubertad, el paso de la niñez a la madurez, de la inocencia a la culpa. Hasta que uno -una- se acostumbra a esa culpa y deja de serlo porque las experiencias místicas lo trascienden todo.
Sólo añadir, y repetir, que se agradece mucho la brevedad de esta obra, su aparente fácil estructura, su forma ágil y atractiva y la dichosa dicha de su lectura.
Joan Guasp

MI ABUELO en IDEAL, de Granada

El Ideal de Granada publicaba ayer jueves en su suplemento Artes y Letras una pequeña reseña de Mi abuelo, de Valérie Mréjen, bajo el titulo "Una setentera": "La joven escritora francesa Valérie Mréjen se ha ceñido a retratar a aquellos jóvenes nacidos a finales de la década de los sesenta, pero en Francia. Ese mundo de escay y de formica, de televisión y canción del verano, pero también de desilusión ante lo heredado en la madurez. Y todo esto con mucho humor, sobre todo en lo que se refiere a la sociedad, a los cambios en el concepto de familia, en tíos que no lo son y tías que tampoco. Una novela social y moderna. Popera".

RECUERDOS DE UN ESTUDIANTE POBRE en ROCKDELUX


Este mes, una de nuestras revistas favoritas, Rockdelux, destaca entre sus novedades de la sección de libros, firmada por Juan Cervera, Recuerdos de un estudiante pobre, de Jules Vallès: "En la editorial Periférica siguen con la recuperación del francés Jules Vallès (1832-1885), y tras el delicioso El testamento de un bromista proponen estos Recuerdos de un estudiante pobre -publicados por entregas en 1884-, mirada a los años adolescentes de un Vallès que (sobre)vive en París rodeado de privaciones, pero con la rebeldía intacta. Un daguerrotipo dela vida de bohemia en las callejuelas del Barrio Latino entre pensiones de mala muerte, hambre y `noches violentas, desordenadas, locas, que, debo confesar, recuerdo con placer y sin remordimientos´".

08 junio 2007

UN CLAVO EN EL CORAZÓN en LEVANTE

Hoy viernes, Postdata, suplemento del diario Levante de Valencia publica esta sutil reseña de Manuel Arranz dedicada a Un clavo en el corazón, de Paulo José Miranda. Se titula "Tormentos y placeres".

Hay una frase al principio de esta novela de tan tremendo título que dice así: "Pero el genio, si lo tienes, sólo lo reconocerá alguien genial". Pues bien, aunque es una de esas frases rotundas que tanto nos gustan, aparentemente inapelables y que por tanto nos eximen de emitir juicios, o críticas en este caso, esa forma indirecta del juicio, la frase en cuestión o está equivocada o yo, usted, su mujer, y su cuñado, somos geniales. Porque si la frase fuese cierta, también podría ser cierta su contraria, es decir, al impostor, al papanatas, sólo lo reconocerá otro impostor y otro papanatas. ¡Y eso si que no! Yo creo que casi todos, y ésta es precisamente la función crítica, estamos tan capacitados para reconocer al genio a primera vista como para reconocer la impostura a primera vista. Aunque es cierto que al abundar tanto ésta últimamente, y haber hoy tan poquísimos genios, la cosa se está volviendo cada día más difícil. O más fácil, depende cómo se mire. Mi consejo es que cuando dude de si se trata de un genio o de un impostor, opte siempre por lo segundo. Por ejemplo, se ha convertido en un lugar común concederle al genio la exclusiva de la provocación, lo que es un error mayúsculo. Los provocadores suelen ser más bien los charlatanes que si no recurriesen a la provocación pasarían desapercibidos. No sé si han observado que los charlatanes no saben hablar.
La novela de tan tremendo título es Un clavo en el corazón, del portugués Paulo José Miranda, desconocido hasta ahora por estos pagos, y que recomiendo sin vacilar, pues merece ser conocido. El libro abunda en digresiones, supongo que por eso he empezado yo esta reseña con una. Y aunque no me gusta desvelar el argumento de los libros, esa práctica tan extendida que aderezada con algunas perlas cultas acá y allá se confunde tan a menudo con la crítica, voy a hacer esta vez una excepción. Es posible que esta sea una novela de tesis. De hecho se habla mucho en ella de la verdad en el arte y en la poesía, y antes de que alguien se me adelante, aunque quizás ya lo hayan hecho, diré que Paulo José Miranda ha escrito una especie de variación a la Carta de Lord Chandós, (1ª perla culta), ligeramente más extensa, sólo que en la suya hay alguien que ha sufrido, como se decía en el siglo XIX en que transcurre precisamente la novela, un desengaño amoroso. O un desengaño del amor, asunto mucho más grave y de peores consecuencias. No sé si el protagonista o el autor. Posiblemente ambos. Y aquí reside precisamente la trama tan bien urdida de la novela. Los fracasos literarios y los amorosos se parecen mucho. Posiblemente los éxitos también. Y para algunos autores, como ilustró Henry James en su magistral Lección del maestro, (2ª perla culta), o como Herculano o Camilo, los ejemplos portugueses que cita el autor, el amor a una mujer y a la propia obra son incompatibles. Naturalmente esto no es cierto. Pero hay muchas cosas que sabemos que no son ciertas y siguen teniendo carta de ciudadanía.
Un clavo en el corazón es una novela escrita por alguien que ha reflexionado profunda y profusamente en la literatura, que no la considera un juego, como oímos tan a menudo, sino algo así como un destino, si me permiten este decimonónico término, por volver de nuevo al ambiente que recrea la novela, y que proporciona, en consecuencia, abundantes motivos de reflexión al lector. En realidad parece más un libro escrito por un lector. Es decir, por un escritor que es a la vez lector, cosa que no crean que se da siempre por añadidura. Y de un escritor, digámoslo una vez más, que ha experimentado tanto los tormentos del amor como los tormentos de la creación. ¿Por qué tormentos y no placeres?, se preguntarán seguramente ustedes. Pues tienen razón. Son intercambiables. Yo diría que incluso son sinónimos.

Manuel Arranz

07 junio 2007

UN CLAVO EN EL CORAZÓN en EL PUNT


Hoy, el diario en catalán El Punt publica esta reseña doble de Jordi Llavina (dedicada a Julien Gracq, en esta ocasión con el sello de Quaderns Crema, y a Paulo José Miranda, de Periférica):

Dues novel·letes que eixamplen el gènere Una delícia. La lectura d'aquestes dues “nouvelles” no es pot qualificar d'una altra manera

Són dues novel·les que en aparença no tenen res en comú. Però quan el lector se submergeixi ara en l'una, després en l'altra, constatarà que el terme «novel·la» es fa, per a totes dues, una mica estret. Com les aigües que banyen l'excursió rememorativa de Gracq.

LA MEMÒRIA RECREADA
Julien Gracq és un dels escriptors sèniors de la literatura francesa. Les aigües estretes –que s'acompanya del brevíssim La migdiada al Flandes holandès– constitueix un petit prodigi lingüístic, d'una complexitat miniaturista. Jo pensava en el nostre prodigiós miniaturista Marià Manent, que ens va donar aquell gran poema titulat La neu que es fon: «La neu que es fon és una blanca / geografia: illetes, continents; / i una zoologia: hi ha daines, arments, / foques al mar i un ibis a la tanca.»
En aquest llibret, Gracq hi descriu una excursió al llarg del riu Evre. El temps present tira, de sobte, enrere: ara s'encongeix, després s'estira. Els descobriments inaugurals conviuen, en la magnífica pintura de les paraules, amb la referència a alguns esguerros o a fragments del paisatge que envelleixen malament. El text desplega una extrema capacitat evocadora, que anem gustant com «la cremor àcida i assedegadora de la llimonada tèbia». Hi ha elegia, i tant!, però hi ha encara més el gravat d'una pàgina d'estiu. D'una pàgina d'estiu memorable, de l'edat en què els dies eren llargs i el temps sense fi, inabastable. Esmorzars damunt l'herba, el joc de la llum en la pell de l'aigua, les aromes i els cants dels ocells. Aquell trajecte del riu recuperat, que ens fa descobrir, com països ben diversos, raconades amples i d'altres de molt més ombrívoles i angostes.
Julien Gracq –l'autor del cèlebre Le rivage des Syrtes– diríem que és un estilista d'una altra època: per l'alè de la frase, per la impregnació lírica de la seva prosa, per l'obsessió pel detall. La memòria, almenys des de Proust, és el tema literari per excel·lència. En Les aigües estretes (que, malgrat les diferències evidents, es podria relacionar amb El tramvia, de Claude Simon, per la recreació de la memòria), els records juvenils del protagonista es fan indestriables de la memòria de les seves lectures de l'època. Els llibres, en el cas de Gracq, il·luminen passatges de la pròpia vida. Balzac o Poe són habitants naturals, antics, d'aquest riu de la vida, que remunta als orígens. Al capdavall, Gracq ens presenta la descripció d'un paradís: «On no es mostraven enlloc els estigmes del treball».

CESÁRIO VERDE
Cesário Verde va ser un poeta portuguès que va viure a la segona meitat del segle XIX. Només va tenir temps d'estar-se 31 anys en aquest món (el va consumir la tuberculosi), però avui dia forma part del cànon lusità. El poeta Fernando Pessoa el va valorar molt, per exemple.
Un clavo en el corazón, de Paulo José Miranda (1965), és una novel·la brillant, que es planteja com una llarga carta d'un amic de Cesário Verde, Tiago da Silva Pereira, al mateix poeta. De fet, el primer estímul per a aquesta carta és trametre el comentari personal del poema El sentiment d'un occidental. El que passa és que, a mesura que avancem en la lectura, anem constatant que les notes al poema verdià –sempre molt elogioses– no són més que un pretext per abordar molts altres temes. Per exemple, el difícil encaix de poesia i vida per a un líric com Verde (o, dit amb unes altres paraules: «el desencuentro entre el alma y el mundo»). Resulta que Cesário es va enamorar bojament de la germana del seu corresponsal, i aquest intenta dissuadir-lo de continuar insistint a la noia, perquè ell ha d'estar –defensa en la lletra– per la seva gran comesa en aquest món: el conreu del vers («Olvida el amor, olvida a las mujeres, concéntrate en tu trabajo, en tus poemas»).El llibre, forjat en un agradable estil epistolar i assagístic, va repassant, però, molts altres temes. Com el de l'estil i el geni d'un autor. Aprofundeix també en la querella entre clàssics i romàntics. Apunta, com deia, idees que van fent l'exegesi del poema de Verde –que s'encara «a la realitat d'una ànima contemporània»–. Pondera la poesia de l'autor –que és poesia, i no només crònica– i aprofita per blasmar, una vegada i una altra, les dones i aquesta baixa passió de l'amor que elles mateixes s'encarreguen d'encomanar als mortals humans (humans masculins, vull dir). La ideologia, és clar, forma part de la fi de segle (en aquest cas, el segle XIX): «No creas en la felicidad, amigo mío. Fue inventada para disculpar la falta de talento y de perserverancia». Novel·la molt interessant, certament plena de talent. Com la de Gracq, a cavall entre diversos gèneres.

(La imagen que acompaña este post es otro retrato de Cesário Verde. El enlace para acceder a la versión on line de EL PUNT: http://www.vilaweb.cat/www/elpunt/noticia?p_idcmp=2431186)

06 junio 2007

NAVIDAD Y MATANZA en EL MERCURIO de Chile

El 26 de mayo, la prestigiosa revista El sábado, suplemento del diario chileno El Mercurio, publicaba esta reseña de Navidad y Matanza firmada por Rodrigo Pinto:

La novela como un puzzle para armar es una estrategia narrativa ya probada, que tuvo en Cortázar a uno de sus principales cultores. La idea es interesante porque siempre va aparejada a la ruptura del modelo clásico, del orden convencional, del érase una vez hasta vivieron felices, y es más provocadora todavía si, además de lo formal, la propuesta rompe con otras convenciones.
En la segunda novela que publica Carlos Labbé (1977) se lee, por ejemplo, que el narrador "siente escalofríos" cuando lee que la familia chilena "es el sustento moral de la clase dirigente de nuestro país". Ahí está lo más revulsivo de esta novela. Ciertamente, Navidad y Matanza plantea desafíos formales y exige una buena cuota de esfuerzo al lector, aunque, como suele ocurrir con obras bien hechas, lo mejor es dejarse llevar y suspender las interrogantes.
El puzzle terminará por armarse y con seguridad hay más de una manera de completarlo. En realidad, eso no es muy relevante. Con historias que se plantean tal grado de libertad y de juego, que citan -y por lo tanto, inscriben en la trama- autores como Lewis Carroll y Georges Perec, que sobreponen planos e historias, que juegan con la identidad de los personajes como en una galería de espejos, lo interesante ya es abordar la tarea de armar el puzzle.
Dejarse llevar por el delirio. Que la historia lo es: siete científicos que usan como clave el nombre de los días de la semana escriben una novela según un estricto pie forzado mientras comparten el encierro y la experimentación en un laboratorio, pero no son los únicos que hablan. Y, más aún, la realidad se cuela por las rendijas de la ficción, las tramas de afuera y de adentro tienden a constituirse en una sola, o en las diversas caras de la misma, y en ese retorcimiento de la trama, en esos relatos dentro del gran relato, el Chile de los noventa surge extrañamente trastocado –o quizá sería mejor decir revelado, mostrado, expuesto, al desnudo, reflejado– en una historia que toma prestados elementos de la ciencia ficción, del género policial, de la crónica periodística, entre otras fuentes, para proponer un ejercicio narrativo vigoroso y complejo, que no le teme a la meta literatura, pero que tampoco renuncia –y esto es lo más importante– a la vocación de contar buenas historias.
Rodrigo Pinto

NAVIDAD Y MATANZA en LA TERCERA de Chile

El sábado 19 de mayo era La Tercera, el diario chileno de mayor tirada, el que dedicaba una página completa a Navidad y Matanza bajo el título "Jugando a las novelas". Ese texto a medias entre el artículo y la reseña lo firmaba Roberto Careaga C., cuyas palabras sobre la novela podemos resumir en dos párrafos: "Un pequeño artefacto narrativo de 170 páginas que contiene por lo menos dos esqueletos de novelas que dialogan entre sí, se reflejan y terminan por fundirse.", "Es como una película de David Lynch: inquietante y con piezas perdidas." A los que cabría añadir unas declaraciones del propio Labbé que recoge en su nota Careaga: "Seguramente es necesario enfrentarse uno a uno, cuerpo a cuerpo con el temor de que ambición de estructura derrumbe una novela. Por eso hay pocos casos de novelas colectivas en el mundo y no habrá escritor flojo ni miedoso que escriba un buen libro".

NAVIDAD Y MATANZA en PAULA y LAS ÚLTIMAS NOTICIAS de Chile

Si la acogida en España ha sido extraordinaria, también cabe hablar de éxito para referirnos al tratamiento que la prensa chilena le está dando a Navidad y Matanza, de Carlos Labbé.
Primero fue la revista Paula, una de las más importantes del país, que en su número de mayo preguntaba a Labbé por sus libros "favoritos" de este momento, por sus "sugerencias literarias". Eran, para los interesados, Del cielo y del infierno, de Emmanuel Swedenborg, editado por Siruela; El fotógrafo belga, de Ricardo Cuadros, por RIL Editores; y Oryx y Crake, de Margaret Atwood, por Ediciones B.
Muy poco después, el diario Las últimas noticias le dedicaba una extensa entrevista firmada por Jazmín Lolas E., quien calificaba las páginas de Navidad y Matanza como "fluidas y cautivantes". Puede leerse aquí: http://www.lun.com/Cultura/detalle_noticia.asp?cuerpo=701&seccion=813&subseccion=901&idnoticia=C7NLHR7N20070518

03 junio 2007

MI ABUELO en ABC

Ayer sábado, el suplemento ABCD las artes y las letras del diario ABC, publicaba una estupenda reseña de Mi abuelo, firmada por el novelista y crítico Félix Romeo, que decía lo siguiente:

Mouka es la forma cariñosa en que el padre de Valérie Mréjen la llama. Mouka quiere decir lechuza, en árabe. El padre de Valérie era judío marroquí, de una olvidada procedencia española, y se instaló en Francia. Valérie, niña lechuza, se fija en todo: la vida familiar, sus abuelos, su padre, su madre, el colegio, los cuentos, las canciones, los libros, los vecinos... Mira fijamente cómo come su padre, pero su padre no se da cuenta de que su hija lo está mirando.
Hay tres temas centrales en Mi abuelo: el sexo, la muerte y la comida. La comida aparece constantemente y llena el libro de olores y de sabores. La muerte aparece lateralmente, como un rayo que muestra su terrible luz sólo un instante: son muertes duras, inesperadas. Son muertes de mujeres. Son muertes sin ceremonias, sin aparente luto.
Valérie Mréjen (París, 1969) aborda el sexo de una manera más premeditada: hay un sexo inocente y juguetón, hay un sexo incestuoso, hay un sexo secreto, hay un sexo prohibido, hay un sexo violento, hay un sexo de pago. Y todas esas formas de sexo no determinan un comportamiento social ni una moral.
Mi abuelo tiene un aire pop, pero la ligereza se va convirtiendo en dolor conforme el libro avanza. Todos los nudos que se habían ido atando se van poco a poco deshaciendo. Todas las certezas se van convirtiendo en interrogantes.
Mi abuelo tiene muchos vínculos con Desgracia impeorable (Alianza), que Peter Handke publicó a los 30 años, la edad con la que Mréjen publicó su libro: los dos exploran la vida de sus madres, muertas demasiado pronto; los dos son breves y están escritos con fragmentos muy breves; los dos tienen un sentido del tiempo sincopado; los dos avanzan desde el final al final, en una imposible espiral; los dos consiguen que en lo que no cuentan se perciba una gran orfandad.Es difícil escribir un libro tan aparentemente sencillo y tan profundamente hermoso.

Félix Romeo

MI ABUELO en DIARO VASCO

Hace dos días, el viernes 1 de junio, el suplemento de cultura y ocio del Diario Vasco de San Sebastián, publicaba "Ejercicio de memoria", reseña de Mi abuelo (la primera novela que escribiera Valérie Mréjen, y que acabamos de traducir al castellano) firmada por el crítico Felipe Juaristi:

Valérie Mréjen es escritora y cineasta. Pertenece a la última ola de artistas franceses, jóvenes, guapos, postmodernos y multidisciplinares que se mueven cómodamente en más de un formato, o más de dos. Lo que le interesa es expresar la realidad y para ello se sirve tanto de la escritura como de las imágenes. Posee una visión del mundo fragmentaria. Sus textos, aparentemente autobiográficos, significan una toma de partido frente a un mundo difícil, complejo, huidizo, confuso y contradictorio.
Mi abuelo es una de las obras traducidas de Valérie Mréjen. Eau Sauvage y L' agrume son otros títulos, recopilaciones de textos más bien breves, historias precisas, basadas en la memoria y en la capacidad que tiene de trascender, sin excederse, sin abandonar su condición plástica y ética de miradas hacia objetos, hacia personas, hacia el mundo.
Mi abuelo es, asimismo, una pequeña crónica familiar, aparentemente fría y distante. A mí particularmente me ha recordado ese extraño texto de Georges Perec, recientemente publicado en España, tiutlado Me acuerdo, escrito, según propia confesión, para que la memoria de sus padres no se extinga. "Me acuerdo de que mi tío tenía un 11 CV con matrícula 7070 RL." El texto forma una serie de breves recuerdos, y entre todos ellos configuran un "todo" amplio, algo como una vida.
El recuerdo es el fundamento de la vida. Vivimos según recordamos, y también hacemos que la vida de los demás vuelva a nosotros. El recuerdo está basado en pequeños sucesos, anécdotas sin importancia, equívocos naturalmente anclados en la mente. "Cuando nos pasaba algo, mi padre nos tranquilizaba diciendo: `No es grave´; y añadía: `Nada es grave, sólo la muerte´." Y es la mirada, como en la fotografía, la base del recuerdo. Son textos que parecen intrascendentes y, sin embargo, esconden una realidad dura, exterior y lejana, como si todo sucediese en otro planeta, en otra galaxia; a otras personas tal vez.

Periférica en HOY POR HOY

El pasado miércoles, coincidiendo con la Feria del Libro de Madrid, el programa de la Cadena Ser Hoy por hoy, dirigido por Carles Francino, reunió a tres nuevas editoriales españolas: Ediciones del viento, Nórdica y Periférica, para hablar del momento actual de la edición independiente.
Puedes oír ese debate en la fonoteca de Hoy por hoy en la web de la Cadena Ser (30.05.07):
http://www.cadenaser.com/programas.html?id=3&i=10&orden=fecha&sentido=DESC&anchor=serprohoyfon