editorial periférica

02 febrero 2008

HELP A ÉL en CALLE 20

Mercedes Cebrián firma, con un título tan rotundo como sugerente: "Cuando las palabras tienen boca y manos", esta reseña de Help a él en la revista Calle 20 ("suplemento" del diario gratuito 20 minutos) de febrero:

Lo primero que se suele decir al hablar de Help a él es que su autor, el argentino Fogwill, pretende parodiar el archifamoso cuento "El Aleph" de Borges ya desde su título, en el que emplea, aunque en distinto orden, las mismas letras que usó Borges para titular el suyo. Pero lo bueno de Help a él es que, si no supiésemos este dato, daría exactamente igual: la narración no perdería ni un ápice de su valor, de su capacidad para llevarnos a velocidades vertiginosas a través del lenguaje.
No es nada nuevo que un libro hable de sexo y drogas. Help a él es uno de esos textos de dos rombos en los que no se escatiman detalles: si hay que chupar, se chupa; si hay que gritar, se grita. Pero lo que tiene de realmente insólito es la manera en la que su autor combina las 27 letras del español y obtiene de ellas todo su potencial sensorial para tratar experiencias que rozan lo incomunicable. Esta obra de Fogwill nos sirve ante todo para reparar en la enorme expresividad de las palabras en un mundo como el nuestro, superpoblado de imágenes, y para tirar por tierra la tan cacareada frase «Una imagen vale más que mil palabras».
El libro incluye un segundo relato, Sobre el arte de la novela, quizá algo eclipsado por el brillo del primero, pero no menos interesante. En él, Fogwill plantea la idea de que la vida es un proceso de oxidación: «Yo creo con fervor, y me atrevería a demostrarlo, que toda muerte es una precipitación acumulada de vejez», nos dice.
Ahí queda eso.