editorial periférica

01 junio 2008

LA PELIRROJA, de Fialho de Almeida, Premio de Traducción Giovanni Pontiero

La traducción de la, a nuestro parecer, impactante novela La pelirroja, escrita por el portugués Fialho de Almeida a finales del XIX y publicada por la editorial Periférica en versión al castellano de Antonio Sáez Delgado, ha sido galardonada recientemente con el prestigioso Premio de Traducción Giovanni Pontiero, concedido por la Universidad Autónoma de Barcelona y el Instituto Camões de Portugal. Este galardón es, sin duda, uno de los premios de traducción más importantes que se conceden en España, y han sido merecedores de él hasta ahora las traducciones al castellano o al catalán de obras tan relevantes como El libro del desasosiego (Fernando Pessoa), El manual dels inquisidors (António Lobo Antunes), Nocturno mediodía: antología poética (Sofia de Melo Breyner) o El testamento del señor Napumoceno (Germano Almeida). Supone también este galardón el reconocimiento a una esforzada tarea por ofrecer desde Periférica las mejores traducciones posibles de autores fundamentales en sus países de origen. Aunque algunos hayan sido "opacados" por el paso del tiempo, Periférica trata de organizar desde su fundación, hace ahora dos años, un catálogo orgánico en el que dichos autores convivan con otros nombres reconocidos sin discusión junto a nuevos autores procedentes tanto de las diferentes literaturas europeas como de Latinoamérica. Así, conviven en ese catálogo la rumana Ana Blandiana, las francesas Odette Elina y Valérie Mréjen, el portugués Paulo José Miranda, los franceses Jules Vallès, Antoine de Rivarol y Benjamin Constant, la inglesa Mary Cholmondeley...

La pelirroja, publicada por primera vez en 1878, cuenta la fascinante historia de una joven, hija de un enterrador, víctima de sus deseos de amor, prosperidad y pasiones. Es, sin duda, una de las novelas más singulares y a­tre­vidas, por su contenido erótico y su crítica social, de la li­­te­ra­tura portuguesa del xix, y fue la primera obra maestra, inédita en español hasta hoy, de Fialho de Almeida, cuyos libros producían en Fernando Pessoa, según nos cuenta en el Libro del desasosiego, «un placer intangible».
Algunos críticos consideran a Fialho el Dickens portugués, otros el reverso de Eça de Quei­roz, y todos, el mejor retratista de la Lisboa popular.
La Pelirroja fue definida, al ser rescatada en Portugal por la prestigiosa editorial Assírio & Alvim, como parte de una «histología social» similar a la que desarrollaría más tarde en sus novelas el también médico y escritor Louis-Ferdinand Céline.
«Será raro que el lector no mire con asombro la fecha de publicación de la novela, porque en estas páginas, todo lo decimonónicas que se quiera, hay una estimulante mezcla de furia y libertad de lenguaje, una necesidad de nombrar la realidad con total crudeza, que era desconocida en otras latitudes.» (Miguel Sánchez-Ostiz, Abc), «Con una maestría insólita, le casan los altos vuelos con el fogonazo chabacano. En estas páginas no se elude la tensión erótica, la explotación y la esperanza que acarrea el sexo en una sociedad hipócrita y corrupta; la pintura de la degradación de los pobres y el contraste con el escaparate de los ricos nunca es demagógica, sólo irrebatible.» (Miguel Bayón, El País)


José Valentim Fialho de Almeida nació en Vila de Frades en 1857. Estudió medicina en la Universidad de Lisboa y tuvo, según sus biógrafos, una vida llena de sinsabores debido a las dificultades económicas que sufrió su familia y que le obligaron a trabajar desde muy joven como ayudante de botica. Fue un excelente cronista de su tiempo y reflejó como pocos la miseria que tan bien conoció; a veces de un modo sarcátisco y cruel, pero sin olvidar nunca el sufrimiento de los demás. Todavía hoy se le considera un escritor clave para comprender la compleja transición de los siglos XIX al XX en Portugal. Tra­tó en su obra temas por lo general controvertidos, y muy adelantados a su época, muchos de ellos calificados de «morbosos». Renovador de la prosa portuguesa, introdujo, además, nu­me­rosos neologismos que pronto fueron adoptados por otros escritores. Murió en 1911.

El traductor de La pelirroja, Antonio Sáez Delgado (Cáceres, 1970), es profesor titular de la Universidad de Évora. Especialista en la literatura portuguesa del cambio del siglo XIX al XX y crítico de literatura portuguesa y brasileña en El País (Babelia), es autor de los ensayos Órficos y Ultraístas. Portugal y España en el diálogo de las primeras vanguardias literarias (1915-1925) (2000) y Adriano del Valle y Fernando Pessoa, apuntes de una amistad (2002). Ha traducido obras de, entre otros, Teixeira de Pascoaes, José Luís Peixoto o Manuel António Pina.