editorial periférica

30 diciembre 2007

HELP A ÉL en EL BOOMERAN(G)

En su blog de El Boomeran(g), el periodista y ensayista "españolizado" Jean-François Fogel comenta Help a él:

Siempre me pareció extraño el apellido del escritor argentino Fogwill. La palabra Fogwill producía en mi mente una mezcla improbable de tiniebla y de futuro con un toque de voluntarismo. Ver Fogwill en una tapa de libro me recordaba a la canción de los Beatles I will. Pero, a pesar de tener Los Pichiciegos y Vivir afuera, sus mejores novelas, no entré, por una razón inexplicable en la obra de Fogwill hasta encontrar en una pequeña edición de la casa editorial Periférica, de Cáceres, Help a él, obra suya publicada hace un cuarto de siglo. Help otra vez recordaba a los Beatles y por fin compre un libro de Fogwill sabiendo su lectura ineludible.

¿Qué voy a decir? Help a él está muy bien, pero muy muy bien, pero lo que me gustó es la novelita que viene después (the novela como dicen los anglosajones): 66 paginitas con un título plenamente asumido: Sobre el arte de la novela. Jorge Luis Borges, con su talento inmarcesible en el momento de hundir a un compañero, decía que Fogwill es el autor argentino que más sabe de autos y cigarrillos. La novelita es sobre autos (coches, carros, como uno lo quiere) y cigarrillos. Dos viajes desde Buenos Aires a ciudades donde vive una vieja madre. La vieja madre de un tal Alberto Marzo que la visita con su Porsche y la vieja madre del narrador que viaja en un Datsun de una amiga.

Los dos textos tienen algo en común: cuentan la vida que es «un fuego lento planificado», una oxidación suave como lo explica Fogwill. Ambas visitas tendrían que ser la misma, pues la vieja madre no hace diferencia alguna entre el hijo que viene en un Porsche y el que la visita con un Datsun. Pero Fogwill, que sabe de autos, de cigarrillos en los labios del conductor y de novelas, demuestra de una manera fenomenal (es decir sin demostrarlo, renunciando a la vulgaridad de un razonamiento lógico) que la novela tiene una autonomía suya que no pertenece a la lógica. «...la narrativa, escribe, se ejecuta mediante decisiones lógicas, decisiones sintácticas y decisiones gramaticales. A veces los tres tipos de decisiones son independientes...». Para un lector francés, es decir un hombre aplastado por una sobrecarga de teorías abstractas sobre la literatura comprometida, le nouveau roman, el estructuralismo, etc., el uso de dos autos para demostrar que el arte de la novela no obedece a una teoría es tanto una hazaña como un alivio.


Enlace: http://www.elboomeran.com/blog-post/5/3018/jean-francois-fogel/fogwill/