editorial periférica

10 mayo 2006

Cuestionario FNAC


Éstas son las respuestas de Periférica al cuestionario de Clubcultura, la revista de la FNAC.
Estas preguntas y respuestas aparecen en el último número, ya extractadas, bajo el título "Manual de supervivencia. Las editoriales independientes en España desafían al mercado". Las otras editoriales que responden a estas preguntas son Funambulista, Libros del asteroide, Minúscula y Poliedro.


Cuestionario: Clubcultura.
Responde: Julián Rodríguez, Director literario de Periférica.

¿Cómo nace su proyecto editorial?
Hasta la fecha yo había"comparecido" en el mundo editorial como autor. Pero ante todo diría que soy un lector, y ese lector que soy ha conocido durante los últimos años, más de diez, un buen número de obras de mucho interés que no se encontraban traducidas al castellano. Algunas de ellas las recomendé a diferentes editoriales y fueron publicadas; con otras no hubo suerte. Finalmente, decidimos ser nosotros mismos los editores de esas obras.

¿Cuáles han sido y son las principales dificultades a que un proyecto como el suyo ha debido y debe enfrentarse?
Las principales han sido, claro, las económicas. El resto las hemos ido solucionando (las vamos solucionando) con mucha dedicación y horas de trabajo... Por otra parte, he de decir que la periferia tiene grandes ventajas (el tiempo parece extenderse, es decir, da más de sí; y hay cierta calma que te permite trabajar en un proyecto como éste con sosiego y atención), pero también algunos inconvenientes que a nadie se le escapan (la lejanía del centro obliga a trabajar el triple a la hora de la difusión de nuestros títulos, y a invertir más tiempo y dinero en esa tarea).

¿Cuál cree que es el trabajo de un editor?
Hay diferentes tipos de editor, claro, pero nosotros creemos en la figura del editor no sólo como intermediario entre el autor y el lector, sino también como una mezcla de hermeneuta y agente o activista cultural.

¿Cuál es su análisis del panorama editorial actual en España?
A pesar de algunas visiones agoreras, nosotros nacemos en una época donde podemos ser editores sin ser ricos. Esto puede parecer una tontería o una simpleza, pero no lo es. Basta reflexionar un poco en ello o mirar hacia atrás. Por otra parte, hemos llegado a un momento de aparente saturación pero también de normalización respecto a modelos editoriales vecinos; es decir, existen gigantescos grupos editoriales por una parte, grandes y medianas editoriales independientes, y, por último, pequeñas editoriales. Este sector es el que antes no existía, o apenas existía. Los tres sectores mantienen a la vez líneas, digamos, de consumo y líneas literarias. Todos publican buenos, regulares y malos libros. Pero curiosamente, son las pequeñas editoriales las que menos libros malos publican. ¿Por qué? Porque su programación es tan corta que pueden elegir sólo lo mejor, lo más interesante, y porque su prestigio, aún en vías de consolidación, se fundamenta en la calidad constante.

¿Hay una crisis en el sector? ¿La gente no compra libros? ¿Por qué?
Quienes hemos puesto en marcha esta editorial tenemos entre 30 y 37 años. Cuando éramos adolescentes se leía, podemos asegurarlo, mucho menos. Y se compraban menos libros. Se lee poco, por supuesto. Siempre se lee poco. Pero se lee más que antes. Y el número de bibliotecas ha crecido en toda España. Nosotros creemos mucho en el papel de las bibliotecas, cuyos datos parecen no interesar tanto a los gestores del mercado.

Se critica mucho que las grandes editoriales han empezado a orientarse más por criterios de venta que estéticos a la hora de seleccionar los libros a publicar ¿Está de acuerdo con esa opinión?
No estamos totalmente de acuerdo. Hay grandes editoriales, o grandes grupos editoriales, que publican excelentes libros de los mejores autores. Vivos o muertos. ¿Quién edita en España, si no, a Beckett, a Coetzee, a Naipaul, a Carver, a Camus, a Bernhard, a Kundera, a Ferlosio?

¿Qué criterios guían la selección de obras a publicar en su editorial?
El primer criterio es la calidad. Publicamos aquello que nos interesa y que tiene "sentido" dentro del programa editorial que nos hemos marcado. Pretendemos crear un catálogo orgánico (los títulos para los dos primeros años han sido elegidos siguiendo esa pauta), es decir, vivo y con obras relacionadas entre sí, aunque cada lector las leerá, por supuesto, de modo independiente... Hay una relación clara entre muchos de los autores que vamos a recuperar... Esto respecto a los clásicos. Pero también publicaremos autores todavía jóvenes, entre los 30 y los 40 años, de la Europa cercana (que tienen al menos dos o tres títulos, lo que nos permitirá seguir toda su trayectoria y apostar por obras que ya pueden evaluarse) y, además, rescataremos un buen número de libros de autores latinoamericanos de relevancia que aún no habían llegado a España... Estamos trabajando en un catálogo muy organizado y coherente a pesar de su pluralidad... En cuanto pase un año, o 10 títulos, cualquier lector atento se dará cuenta...
Podríamos decir, por distinguirnos de otros proyectos similares, que vamos a "descubrir", y lo digo con la suficiente modestia, algunos autores poco o nada leídos en España hasta hoy; sean de hace un siglo o de hace una década. Y de los autores más conocidos publicaremos obras que fueron importantes por diferentes motivos y que en ocasiones no han sido suficientemente valoradas aquí.

¿Cree que hay una desconexión entre el gusto del gran público y el mundo editorial?
Es posible. Pero no sabemos de quién es la culpa. Aunque quizá quienes venden 200.000 ejemplares de un libro podrían decirnos lo contrario... Lo que es evidente es que la lectura no es del gusto de la mayoría de ciudadanos. O la lectura tal y como se nos enseñó hasta ahora. Tal vez deberíamos probar a difundir su importancia, como productora de placer tanto como de herramienta política, de crítica social, de otro modo.

¿Se consideran una editorial independiente?
¿Independiente de qué? Conocemos buenos sellos editoriales que pertenecen a grandes grupos, y que publican, como dijimos antes, excelente literatura, o literatura a secas, sin pensar en la cuenta de resultados. Al menos, sus directores literarios. En realidad, todos, de un modo u otro, dependemos de alguien: de nuestros banqueros, lectores, distribuidores, libreros, críticos... La única independencia está en tratar de elegir siempre qué vas a editar sin pensar en ellos. Nuestro propósito es, en ese sentido (y aunque, sinceramente, tengamos en cuenta todos esos factores), de una independencia total.

¿Qué es lo que hace independiente a una editorial?

Lo dicho: hay editoriales aparentemente independientes, algunas muy importantes, que sólo publican libros a la moda (sea la que sea) y títulos avalados por esto o lo otro; y, por otro lado, hay editoriales dentro de los grandes grupos que publican sólo aquello que pueda servir como exploración o investigación, a veces no del mercado sino contra el propio mercado. La independencia está en, como decía Einaudi hace décadas, no hablar del mercado, en no pensar en él, cuando se traza la programación de todo el curso.