editorial periférica

10 mayo 2006

Clásico de la literatura proletaria


El diario vasco El Correo, del grupo Vocento, publicaba en su suplemento Territorios del pasado 3 de mayo una estupenda reseña de El testamento de un bromista firmada por
J. Ernesto Ayala-Dip.


"Un Vallès inédito"
Hay que agradecer a la nueva editorial extremeña Periférica que comience su andadura con un clásico de la literatura proletaria, Jules Vallès. Tal vez no esté de moda hoy hablar del proletariado, entre otras cosas porque esta misma clase social a veces parece no saber o no querer reconocerse como tal. Pero proletariado lo hay. Y si no que se lo pregunten a los refinados deslocalizadores que hoy recurren a sus servicios. Tal vez los lectores sepan que Jules Vallès escribió una trilogía novelística titulada "Jacques Vingtras". Esta trilogía está formada por El niño, El bachiller y El insurrecto. Los dos primeros volúmenes los publicó en su exilio londinense. Vallès había participado en la revuelta de la Comuna de París en 1871. Sus ideas anarquistas casi acaban con su vida. El tercer volumen se publicó un año después de su muerte en 1885.
El testamento de un bromista apareció dos años antes de que se consumara la primera gran derrota de la clase obrera en Europa, la Comuna. Leer este libro es como recordar las más tristes y a la vez violentas páginas de su célebre trilogía. Jules Vallès fue un seguidor de las ideas pedagógicas de Samuel Butler. Su trilogía acusa esta beneficiosa influencia. También en El testamento de un bromista, una especie de nouvelle autobiográfica (como toda su obra) Vallès acusa al sistema educativo francés de su irracionalidad, su arbitrariedad y crueldad extrema. Ernest Pitou es de alguna manera el niño y adolescente que años más tarde dará forma al imperecedero Jacques Vingtras de su trilogía.
Este libro tiene algo de la amargura y la luminosa desolación de Los cuatrocientos golpes, el film de Truffaut. También tiene algo de Dickens. En este hermoso librito no hay concesiones estilísticas a la emoción fácil. Hay pena y hay un sentido del humor balsámico. Hay la frescura de la experiencia próxima y vivida. Se agradece este rescate. Si se lee este libro, se entenderá mejor la génesis de la trilogía que le inmortalizaría más tarde.